UNASUR Y EL IMPULSO DE SU ESTRATEGIA DE
DEFENSA DE LOS RECURSOS NATURALES COMO EJE DE INTEGRACIÓN
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Para nadie es un secreto que
América Latina afronta la constante amenaza de Estados Unidos de solidificar su
hegemonía y su influencia militar en este hemisferio con el propósito de
controlar y terminar apropiándose de sus recursos naturales y de su
biodiversidad de los que depende en gran medida para mantener su modo de vida
consumista y capitalista. Autores e investigadores sociales como Atilio Boron,
Mónica Bruckmann, Ana Esther Ceceña y Claudio Katz, para citar unos pocos, han
publicado recientemente rigurosos estudios que dan cuenta del propósito de
Washington de avanzar agresivamente en la reorganización de sus intereses
imperialistas tanto por la vía militar
como económica mediante los mal llamados tratados de libre comercio, que de
“libre” tienen muy poco.
Frente a esa espada de Damocles
que pende sobre el proceso integracionista de América Latina, los gobiernos
progresistas de la región y la nueva institucionalidad sustentada en organismos
como UNASUR y CELAC han considerado fundamental concretar una política
multilateral para el aprovechamiento de los recursos naturales que posibilite
en forma efectiva el desarrollo pleno de la región mediante la gestión
económica, científica y social de los mismos.
Al fin y al cabo como lo ha
señalado Eleuterio Fernández Huidrobo, ministro de Defensa del Uruguay, “la
próxima guerra, si la hay, será por los recursos y nosotros tenemos recursos.
Hay que prepararnos para defendernos y prepararnos juntos, porque solo un país
no puede defenderlos. Estamos inscritos en Unasur que es una visión de defensa
colectiva”.
UNASUR LIDERA LA
ESTRATEGIA
Por ello es que el 30 de
noviembre de 2012 durante la
VI Cumbre de Jefes de Estado de la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR) que sesionó en Lima, el secretario general de este
organismo, Alí Rodríguez Araque presentó lo que se podrían considerar los
elementos esenciales de la estrategia de los recursos naturales como eje
dinámico de integración y unidad de la región.
La estrategia sustentada por
Rodríguez Araque tiene una gran trascendencia por cuanto que, como diría el
expresidente brasileño Luiz Inácio Lula de Silva, constituye “una doctrina
sobre la integración” suramericana a partir del manejo soberano de su
biodiversidad.
Tras señalar que los doce países
que integran UNASUR ocupan una superficie que supera los 17 millones de
kilómetros cuadrados que aloja recursos más que suficientes para dar impulso a
los más ambiciosos planes de desarrollo que se pueda imaginar, el secretario
general de este organismo sostuvo con toda claridad que ha faltado, en
contaste, “una visión común de nuestras fortalezas y objetivos, una estrategia
y un plan coherente para materializarla, que nos permita aprovechar la
gigantesca potencialidad que representan la enormes reservas de recursos
naturales y humanos alojados en esta riquísima región”.
“Mientras tanto, -prosiguió
Rodríguez Araque- nos hemos convertido en exportadores netos de capital. Los
excedentes financieros, lejos de convertirse en inversión productiva local y
regional, son enviados al sistema financiero internacional caracterizado hoy
por la más alocada actividad especulativa”.
Ante esta realidad económica y
geopolítica, la
Secretaría General de UNASUR viene trabajando en la
concreción de una estrategia regional basada en el aprovechamiento de las
enormes reservas de recursos naturales como eje dinámico para el desarrollo
económico, social, cultural, tecnológico e industrial de las naciones que
conforman este proceso de integración.
ESTRATEGIA DE TRANSFORMACIÓN DE MATERIAS PRIMAS
Rodríguez Araque explica que esta
estrategia aborda “el tema de políticas y planes dirigidos, no solo a la fase extractiva,
sino a la de industrialización de las materias primas extraídas. Una estrategia
de transformación de las materias primas mediante la creación de empresas regionales,
además de la virtud de agregar valor y superar el tan criticado ‘extractivismo’,
representa la creación de centenares de miles de fuentes de trabajo estable y
de calidad, medio eficaz para combatir la pobreza”. Para su implementación se
requiere necesariamente de una nueva arquitectura financiera regional que
posibilite la sustentación económica de los proyectos, precisa el diplomático
venezolano, actualmente al frente de la Secretaría General
de UNASUR, con sede en Quito, la capital ecuatoriana.
INVENTARIO DE RECURSOS
Esta importante iniciativa de
integración también contempla la elaboración de un mapa regional donde queden
geo referenciados los recursos energéticos, minerales fósiles y no fósiles,
reservas de agua dulce, bosques, biodiversidad y ecosistemas, potenciales
agrícolas, reservas forestales y los recursos existentes en las áreas marítimas
exclusivas.
De esta manera, precisa Rodríguez
Araque, “brotará, por así decirlo, una visión objetiva del plan para la
construcción de vías férreas, carreteras, líneas de gas y petróleo, de
electricidad, de puertos, aeropuertos y cuanto sea requerido para la necesaria
integración física”.
“Una estrategia para el
desarrollo integral de la región y su concreción en un plan de mediano y largo
plazo, pasa por el desarrollo de una política regional de industrialización de
las materias primas, de desarrollo tecnológico, de financiamiento con sus
respectivos instrumentos, así como por la elaboración de un inventario de los
recursos existentes, de un mapa con la ubicación de reservas estimadas y probadas, de las
actividades extractivas y de transformación. A todo lo cual se suman los medios
de transporte y comunicación”.
PASOS INMEDIATOS
Para consolidar esta política
estratégica, UNASUR no solamente ha planteado la creación de comisiones de
investigación y complementación de alto nivel, sino que impulsa la realización
de un estudio orientado a la creación de un Servicio Geológico de este
organismo subregional.
Si se avanza sustancialmente en
una verdadera estrategia de integración suramericana como la propuesta por el
secretario general de UNASUR, y “si aplicamos, como bien ha señalado el
reputado economista brasileño Theotonio do Santos, nuestros recursos a la
creación de un mercado regional sustentado por políticas industriales que
reestructuren nuestra participación en la división internacional del trabajo,
al lado de las zonas emergentes en el mundo, estaremos listos a dar un salto
civilizatorio que nos coloque al frente de la articulación de una nueva
economía mundial”.