sábado, 25 de agosto de 2018

LATINOAMÉRICA


“AMÉRICA LATINA CUENTA CON UNA EXPERIENCIA MUY RICA EN CÓMO SUPERAR CONFLICTOS ARMADOS Y CÓMO LOGRAR TRANSICIONES DE DICTADURAS A DEMOCRACIAS”




POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ 

Una interesante agenda circunscrita a temas medioambientales, paz, democracia, participación ciudadana, derechos humanos, justicia e igualdad de género, impulsa en varios países de América Latina la Fundación Heinrich Böll, un centro de pensamiento cercano a las ideas del Partido Verde alemán.

Florian Huber, un investigador social con estudios en Derecho tanto de la Universidad de Munich (Alemania) como de Salamanca (España), con maestría en Derecho Internacional de los Derechos Humanos de la Universidad de Essex (Inglaterra), es el director de la oficina de esta fundación en Colombia (https://co.boell.org/), la cual viene funcionando desde 2016.
Para abordar los objetivos de este centro de pensamiento alemán en América Latina, pero particularmente en Colombia, lo invitamos a conversar con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net.
Empecemos este diálogo explicando qué es la Fundación Heinrich Böll…
La Fundación Heinrich Böll es una institución política alemana. Somos una de seis fundaciones políticas alemanas y nos caracterizamos por ser cercanos a la ideología verde y sus propuestas.
Las fundaciones políticas alemanas tienen sus raíces en las experiencias de la República de Weimar, del Nacional Socialismo y de la Segunda Guerra Mundial, porque en ese tiempo no se logró en Alemania convencer a los ciudadanos de los beneficios y las ventajas de una democracia plural, basada en los debates entre los partidos políticos. Durante el Nacional Socialismo se unieron todos los partidos bajo uno solo: el Nacional Socialista, pues se perdió la pluralidad democrática.
Cuando Alemania volvió a la democracia en 1945 el Estado dijo que primero era importante volver a un pluralismo basado en el debate entre los partidos políticos, pero segundo, los debates no pueden solamente realizarse entre éstos sino que debe haber espacios en la sociedad, en la ciudadanía alemana, para proponer y discutir diferentes ideas.
También el Estado alemán determinó que era importante que eso no sea una función solamente de instituciones estatales. Entonces bajo esas circunstancias se empiezan a apoyar con recursos públicos del Estado alemán a las fundaciones políticas que justamente asumen esa tarea de contribuir a la educación, a la formación y a la discusión política de las propuestas desde diferentes perspectivas ideológicas.
En ese sentido la Heinrich Böll es una Fundación política cercana al movimiento verde que busca brindar espacios de discusión política sobre las agendas verdes.
Nuestra fundación se creó en 1997 y se dedica a la promoción de espacios de discusión sobre las políticas ambientales, temas de cambio climático, democracia, participación ciudadana, derechos humanos, justicia y democracia de género.
Apoyando estos temas fue como surgió el movimiento verde en Alemania. Además, surge también en medio de la confrontación entre la derecha y la izquierda e irrumpe igualmente como un movimiento pacifista con gran capacidad de acción en las décadas de los años 60, 70, 80. En tercer lugar, el movimiento se puede describir como feminista en el sentido que sus políticas han buscado garantizar la igualdad y la democracia de género.
En pocas palabras, nuestra ideología o nuestro contexto político es la promoción de la ecología, de la igualdad de género y la solución pacífica de los conflictos.
Si bien somos cercanos al Partido Verde, actuamos con independencia y autonomía. Eso siempre es importante aclarar. Las fundaciones alemanas no son parte de los partidos políticos, en términos legales, financieros y organizativos somos independientes. La Constitución alemana y la jurisprudencia de la Corte Constitucional establecen que las fundaciones políticas no pueden convertirse en organizaciones de lobby político para los partidos. Porque los partidos compiten por los votos en las elecciones e intentan convencer a los ciudadanos, mientras que las fundaciones políticas promueven espacios de discusión política en los temas con los cuales tenemos afinidad.
¿Cómo se tramita esa relación interinstitucional entre partido y fundación?
Nosotros siempre nos movemos en una relación entre cercanía y distancia. Tenemos la aproximación en el sentido de que, para cada corriente política representada en el parlamento puede haber una fundación política cercana que recibe financiación pública del Estado alemán. Los recursos que recibimos vienen de un fondo del presupuesto nacional alemán y su distribución depende del porcentaje de votos ganados por los partidos en las últimas elecciones.
Si un partido sale dos veces del parlamento alemán, es decir, si no logra entrar al parlamento en dos elecciones seguidas, en ese caso termina la financiación pública que el Estado alemán ofrece a las fundaciones políticas.
El Partido Verde en Alemania lleva muchos años con representación parlamentaria; en este momento está en oposición al Gobierno de Angela Merkel; ¿tiene una buena representación en el Bundestag?
El Partido Verde, tradicionalmente en el parlamento alemán siempre ha tenido entre un 9% y un 13% de votos, mientras que los dos partidos grandes, el Partido Conservador y el Partido Social Demócrata, en promedio tienen entre 30% y 35%. Actualmente el Partido Social Demócrata en los sondeos tiene menos votos, y eso también se traduce en la financiación para las fundaciones. La Fundación Heinrich Böll, por lo tanto, como institución cercana al Partido Verde, cuenta con menos recursos, por eso trabajamos mucho con oficinas regionales. En ese sentido, nosotros tenemos nuestras propias agendas, no estamos subordinados a las del partido y funcionamos como centro de pensamiento político no solamente en términos académicos sino en la búsqueda de una incidencia en los debates públicos.
Somos parte, además, de una red internacional de movimientos verdes y trabajamos en convenios de cooperación con organizaciones de la sociedad civil que es nuestro enfoque principal. Trabajamos en pequeños proyectos de cooperación; buscamos aliados con los cuales podamos tener una alianza política para discutir los temas. Tenemos nuestras oficinas principales en Alemania pero también contamos con oficinas en diferentes países.
¿Por qué el interés de la Fundación Heinrich Böll de abrir oficinas en América Latina?  Tengo entendido que tienen en México, Salvador, Brasil, Chile y Colombia. ¿Hacia dónde va dirigida la acción de ustedes en estos países de América Latina?
Nosotros abrimos nuestra primera oficina hace aproximadamente 20 años en El Salvador, en el contexto de los procesos de paz en Centroamérica. La fundación con sus actividades también busca justamente contribuir al fortalecimiento de la democracia, de la paz, de los derechos humanos, a nivel global.  Porque son temas no solamente nacionales para Alemania, sino que son hoy en día temas globales.
La Fundación Heinrich Böll, hasta 2016 no tenía oficinas ni en Colombia, ni en la Región Andina. Los debates sobre el proceso de paz en Colombia y temas de las agendas relacionados con aspectos socioambientales llevaron a la fundación a tomar la decisión de abrir una nueva oficina en este país.
Colombia está en un proceso de posconflicto, pero con un fenómeno de conflictos sociales, medioambientales, que lo hace a este país muy particular. ¿En torno a qué temas están íntimamente vinculados con el posconflicto?
Nosotros trabajamos sobre todo dos temas grandes que son el ecológico y el de desarrollo sustentable, y, por otro lado, el fortalecimiento de la democracia y de los derechos humanos.
Frente a ese segundo componente, democracia y derechos humanos, tenemos dos temas que nos interesan mucho; el primero es contribuir a una discusión sobre paz y medio ambiente, hacemos ese enfoque justamente por nuestro carácter de fundación verde. En este aspecto nos interesa la construcción de paz y la contribución a los debates sobre reparación integral desde un enfoque socioambiental; y por otro lado, cómo contribuir a la protección de líderes de derechos humanos y de personas que trabajan en temas de medio ambiente.
Nos interesa también el fortalecimiento de organizaciones de mujeres y personas de la comunidad LGBTI, en espacios de toma de decisiones políticas y también ante los medios de comunicación para que puedan contribuir a la construcción de la paz. Ahí tenemos un fuerte énfasis en temas de género, porque ese también es uno de los pilares del trabajo de la Fundación Heinrich Böll.
Entendemos el proceso en Colombia no solamente como una transición de la confrontación armada a la paz, sino también como una transición de conflictos armados hacia nuevos conflictos socio ambiéntales, sin que eso implique que no haya un conflicto armado actualmente. Y sin decir que antes no hayan existido conflictos socio ambiéntales, pero la lectura general es que ahí hay, yo creo, una transición hacia nuevos retos.
Por eso el segundo componente de ecología y desarrollo sustentable, también es un tema central para el trabajo en Colombia y para nuestra agenda internacional. Por un lado, contribuir al fortalecimiento de espacios de participación y de incidencias de organizaciones de la sociedad civil en debates sobre el ordenamiento territorial, por eso apoyamos iniciativas como la Alianza Colombia libre de Fracking o el Movimiento Nacional Ambiental que es una red de organizaciones como los comités ambientales que promueven las consultas populares, y por otro lado, como centro de pensamiento político queremos contribuir a la discusión sobre cuáles pueden ser los modelos de desarrollo alternativo frente a la política extractivista. Ese es el panorama del trabajo de la fundación actualmente en Colombia.
Llama la atención de que las distintas fundaciones afines a los partidos políticos alemanes tengan hace muchos años presencia en América Latina y particularmente en Colombia. ¿Por qué América Latina es importante para Europa o para un país de relieve en la Unión Europea como Alemania, que lleva el liderazgo?
Nosotros justamente decidimos abrir una oficina aquí en Colombia por la importancia que para el trabajo de la Fundación Heinrich Böll tiene América Latina.
Nuestra oficina en El Salvador fue una de las primeras que abrimos justamente para contribuir al proceso de paz.  Creo que los procesos de paz en América Latina hoy en día son ejemplos respecto de cuáles pueden ser las posibilidades, los retos y las dificultades en circunstancias similares en otros países.
Si bien a veces la atención mundial está dirigida más a otros continentes, no sé, a Asia, a África, yo creo que el continente de América Latina tiene como una experiencia muy rica en cómo superar los conflictos armados y cómo lograr transiciones de dictaduras a democracias.
En ese sentido, creo, la experiencia e intercambio entre Europa y América Latina o incluso también el intercambio entre América Latina y otros continentes, es muy importante y en el futuro va a tener más importancia.
Cuando se trabaja, como nosotros, en temas socioambientales, este continente tiene una importancia muy grande porque hay una biodiversidad muy rica. Las regiones de América Latina son de mucha importantes para debates sobre el cambio climático, el calentamiento global, la pregunta qué pasa con el pulmón del mundo, el Amazonas, qué pasa con los retos para la protección de esas regiones en términos de los modelos del extractivismo, del fortalecimiento o construcción de nueva infraestructuras. Además, América Latina también es una región muy rica en su diversidad cultural, con los pueblos indígenas, con las comunidades afrodescendientes, como por ejemplo en Colombia.
A nosotros como fundación nos interesa mucho también ese enfoque multicultural. Por todo eso consideramos que el continente latinoamericano es un actor muy importante para la política global.
En consecuencia, vemos a América Latina como un continente, en el que en términos de discusión, de formación, educación política podemos contribuir no solo nosotros como la Fundación Heinrich Böll, institución verde, sino en el conjunto también con las otras fundaciones alemanas.






domingo, 15 de julio de 2018

COLOMBIA


“PARA SALIR DE LA PREMODERNIDAD, COLOMBIA TIENE QUE TRANSITAR POR EL SABER Y EL CAMBIO DE MODELO EXTRACTIVISTA” 


POR FERNADO ARELLANO ORTIZ

Entrevista con el exviceministro, politólogo y docente universitario colombiano, Luis Ernesto Gómez Londoño.

  • “Para hacer trizas el Acuerdo de Paz, Duque no tiene que romper ningún papel. Lo único que tiene que hacer es lo que está haciendo: nada; dejar de implementarlo”.

  • “Con las modificaciones del uribismo a la estructura de la Justicia Especial para la Paz (justicia transicional) se empieza a incumplir y desbaratar el Acuerdo de Paz”.

  • “La democracia representativa es una herramienta del siglo XIX. Hay más ciudadanos en Facebook que en las urnas. Los ciudadanos no se están atando a partidos políticos sino a causas políticas”.
No obstante el triunfo de la derecha más recalcitrante en las últimas elecciones en Colombia, con el pupilo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, el joven abogado Iván Duque Márquez, en este país nació al mismo tiempo “un liderazgo colectivo que se une en torno a causas democráticas y no a personas”. Esa es la lectura que hace de la coyuntura político-electoral de esta nación suramericana, Luis Ernesto Gómez Londoño, una figura fresca que irrumpió en la palestra pública, tras renunciar a su cargo de Viceministro del Interior para involucrarse de lleno en la última campaña electoral, defendiendo postulados como el proceso de paz, la ampliación de espacios democráticos y el impulso del activismo ciudadano.
A través de diferentes plataformas de comunicación y las redes sociales, este novel político colombiano se ha propuesto impulsar el debate público, en una sociedad, cuyos sectores más conservadores aupados por los medios de comunicación hegemónicos, se empeñan por imponer el unanimismo y “el pensamiento único”. Hoy su voz se ha convertido en referente de oposición al nuevo gobierno de Iván Duque que se estrena el 7 de agosto.
En diálogo con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, caracteriza a Duque como un “joven pero con ideología de derecha”, quien además viene a torpedear el Acuerdo de Paz de La Habana suscrito entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la hasta hace poco insurgencia de las Farc. 
“Para hacer trizas el Acuerdo de Paz, Duque no tiene que romper ningún papel. Lo único que tiene que hacer es lo que está haciendo: nada; dejar de implementarlo”, sostiene, y a renglón seguido advierte que los millones de colombianos que le apuestan a la construcción de democracia a partir del posconflicto “¡no lo dejaremos; para eso es la resistencia!”
Gómez Londoño, (Medellín, 1981), es un economista, politólogo, profesor universitario, apasionado por la gerencia pública y las nuevas tecnologías de la comunicación. Realizó sus estudios en la Universidad Humboldt de Berlín y cursó dos maestrías en Ciencia Política en ese mismo centro de estudios, y otra en Administración Pública en London School of Economics.
Durante cuatro años, fue coordinador de la asamblea parlamentaria alemana- suramericana y consultor de la Comisión Económica del Bundestag. A su retorno a Colombia se vinculó a la administración pública, ocupando cargos de relevancia a partir de 2016 como los Viceministerios del Trabajo y del Interior. Se desempeña actualmente como docente de las Universidades Externado y Nacional de Colombia.

La gente está cada vez más desconectada de la clase política

Las últimas elecciones tanto parlamentarias como presidenciales en Colombia demostraron la profunda crisis de representación y una candidatura alternativa como la de Gustavo Petro que logró pasar a la segunda vuelta y obtener más de 8 millones de votos, es el síntoma del agotamiento político en este país que reclama un cambio.
Por ello, una de las primeras acciones que realizó Gómez Londoño tras su retiro del Viceministerio del Interior fue renunciar a su partido, el Liberal, una vez que su director, el expresidente César Gaviria Trujillo (1990-94), padre del modelo neoliberal en Colombia, de manera oportunista, aunque él diría pragmática, adhirió a la candidatura del uribista Iván Duque.
“No son las casas políticas sino las causas políticas las que pueden transformar un país”, expresó Gómez en su misiva de renuncia al partido que se suponía que en Colombia defendía las causas populares y anunció, igualmente, que buscará recuperar el ideario social del liberalismo.
El exviceministro aprovechó su retiro de esa histórica colectividad para lanzar duros cuestionamientos en contra de Gaviria Trujillo, a quien le encaró las posturas críticas que, en el pasado, lanzó en contra del también exmandatario Álvaro Uribe y hoy lo tiene de aliado en el gobierno de ultraderecha próximo a posesionarse. “El Partido Liberal, lamentablemente, quedó reducido a eso, a una personería jurídica que le puede servir para darle gobernabilidad al mandatario de turno pero que no representa un ideario de país”, señaló. Al fin, y al cabo, agregó, “el programa de Duque es la antítesis de nuestros principios y valores”.
Dentro de la crisis de representación política, es evidente, explica, que la gente está cada vez más desconectada de las denominadas clases dirigentes que para el caso colombiano son clases dominantes. “La democracia representativa es una herramienta del siglo XIX. Hay más ciudadanos en Facebook que en las urnas. Los ciudadanos no se están atando a partidos políticos sino a causas políticas”, sostiene.

La ultraderecha vive de la guerra

A su paso por el Gobierno, Gómez Londoño estuvo íntimamente relacionado con el proceso de paz que logró desarmar a las Farc, movimiento insurgente que inició su reincorporación a la legalidad y se proyecta como organización política, razón por la que una de sus preocupaciones con el retorno de la ultraderecha representada en el uribismo al poder ejecutivo, es qué va a pasar con la implementación de las acciones desde el gobierno para garantizar el desarrollo del posconflicto y cuál va a ser la suerte de las negociaciones que se vienen realizando con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en La Habana.

“¿Si no se cumple el proceso de paz, qué va a pasar con los exguerrilleros y milicianos?”, se interroga. Y se lamenta por el hecho de que “el uribismo hizo campaña prometiendo mandar a las Farc a la cárcel e impidiendo que participara en política. Poco a poco van cumpliendo. Poco a poco hacen trizas los acuerdos. Poco a poco renacerán las violencias en Colombia. ¡Ellos viven de la guerra!”, afirma en tono desconsolador.
Advierte que “con las modificaciones del uribismo a la estructura de la Justicia Especial para la Paz (justicia transicional) se empieza a incumplir y desbaratar el Acuerdo de Paz. La incapacidad del Estado de cumplir la palabra empeñada ha sido el origen de la violencia. ¡Una lástima que Colombia no quiso la reconciliación!”, se lamenta.
Sin embargo, dijo que en el momento en que el gobierno de Duque ponga en serio riesgo la paz, sus defensores convocarán movilizaciones populares y saldrán a las calles de las ciudades colombianas para exigir que se respete lo acordado con las Farc.

El desafío de Colombia: ingresar a la modernidad

Tantas décadas de conflicto armado interno con todas sus negativas consecuencias le han impedido a Colombia ingresar a la modernidad, entendida como un sistema socio-económico, político y un tipo de relaciones sociales que posibiliten un cambio en las orientaciones culturales para construir democracia y ciudadanía. Por ello, Gómez Londoño dice que el desafío de la sociedad colombiana es salir de la premodernidad y un requisito para lograrlo es consolidar la paz.
Su visión es categórica: “para salir de la premodernidad este país tiene que transitar por el saber y el cambio de modelo económico, en el sentido de salir del extractivismo”. Dentro de ese contexto, explica, es prioritario enfocar la gestión del conocimiento para responder a las necesidades del país.
Se trata en definitiva, de lograr la transición de una sociedad primaria-extractivista a una sociedad del conocimiento, para lo cual es preciso elevar los niveles de educación, consolidar la institucionalidad democrática, incrementar la productividad sistémica del país y desarrollar nuevas áreas de investigación.

Revolución digital: hacia un modelo de democracia directa y de participación

El activismo político que desarrolla Gómez Londoño lo sustenta en buena medida en el aprovechamiento de las tecnologías de la comunicación, pues desde hace años entendió “que el revolucionario poder de la gente para cambiar la sociedad está en digital”.
“A los ciudadanos de hoy no les interesan los dogmas de los partidos… Ellos luchan por la defensa del ambiente, los derechos de las minorías, de los animales, y de la movilidad alternativa. Y lo hacen por las redes”, explica en su libro Googlecracia. Gobierno, campañas y ciudadanía digital (Grupo Editorial Ibáñez, Bogotá, 2017).

En este interesante trabajo bibliográfico, su autor detalla porque la revolución digital constituye una alternativa hacia un modelo de democracia directa y de participación. Demuestra, por ejemplo, que “en Colombia hay 23 millones de usuarios de Facebook, 3 millones en Instagram y 775 mil en Twitter. Aunque algunos se repiten en las tres redes, lo cierto es que sumados hay prácticamente el doble de colombianos activos en redes participando del debate político antes que en las urnas”.
Además señala que “las redes sociales han logrado desarticular la agenda impuesta por los medios de comunicación hegemónicos, potenciando una ciudadanía con más fuentes de información, que se vuelve beligerante ante cualquier situación que la indigne. Y uno de sus blancos preferidos es la clase política tradicional, con la que tiene razones de sobra para molestarse, pues los escándalos de corrupción son el pan de cada día”.
Explora también el libro casos muy representativos de experimentos digitales en varios países y las vías para transformar la política que permiten potencializar la participación ciudadana.
“Soy un convencido de que el poder de la gente es más grande que la gente en el poder. Así lo digo siempre en mis intervenciones en redes sociales para invitar a las personas a que conviertan su activismo digital en algo útil para su vida y su entorno”, precisa este politólogo para agregar que “el gran plus de la tecnología trae a la democracia la posibilidad de controlar decisiones y las iniciativas de sus gobernantes y legisladores en tiempo real, por medio de una aplicación”.
Sin embargo, observa que “la tecnología por sí sola no es suficiente y ahora el reto es educar a la ciudadanía para que participe de manera activa por estos canales; pero también hacer que estas herramientas sean incorporadas a la ley para que tengan un efecto vinculante en la política”.
Gómez Londoño ha irrumpido en la “batalla de las ideas” políticas en un país tan sui géneris como Colombia para contribuir con su activismo a cambiar las coordenadas del debate, pues como bien lo señala en su libro, “nuestro territorio es virtual y nuestra lucha es de carácter comunicativo. Nos hemos valido de las redes sociales para posicionar en ciertas capas influyentes de la opinión pública una lectura colectiva de la realidad política, orientada hacia la búsqueda de justicia en sus consecuencias más profundas”.



martes, 24 de abril de 2018

ESPAÑA


“ENTRE ESPAÑA Y AMÉRICA LATINA HAY UNA CONVERSACIÓN INCOMPLETA E INCORRECTA QUE HA QUEDADO HISTÓRICAMENTE CORTA”



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


Para el exdirigente del Partido Obrero Socialista Español (PSOE), Eduardo Madina (Bilbao, 1976), no es aceptable que desde la nación ibérica “solo haya una única voz, una única manera de interpretar la relación con Latinoamérica”, la cual se circunscribe “a un marco exclusivamente comercial o exclusivamente económico, sin que lo abran a una comprensión cultural”.

Afirma que es un admirador de los procesos progresistas que se han dado en América Latina por cuanto han cambiado la historia de este continente.

Este historiador de la Universidad de Deusto, víctima en 2002 de un atentado de ETA, determinó retirarse en julio de 2017 de la actividad política activa y dedicarse a la consultoría, tras su pasó por el Congreso de los Diputados.

Madina, quien hoy se desempeña como director de la unidad de análisis y estudios de la consultora de comunicaciones y opinión Kreab que tiene representación en Colombia, estuvo en Bogotá, realizando una serie de contactos tanto políticos, periodísticos como corporativos. Aprovechando su presencia en la capital colombiana, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net  lo invitó a dialogar sobre la coyuntura política de España y su óptica respecto de los procesos de disputa que se viven en estas tierras colonizadas por sus antepasados.


Con la experiencia de haberse desempeñado como Secretario General de las Juventudes Socialistas del País Vasco y Secretario General del Grupo Parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados entre 2009 y 2014, Madina hizo una radiografía del proceso sociopolítico de su país así como de las implicaciones que tiene para los países del viejo continente una estructura como la Unión Europea.




España, una sociedad plural de ciudadanías

·        Ubiquémonos en tu país. Yo diría que España son varias Españas.  Además, tu provienes del País Vasco (Euskadi), que tiene una identidad cultural muy sui generis, pero así mismo podríamos hablar de Cataluña e igualmente de Galicia. ¿Cuál es tu posición frente a esa pluralidad de identidades que es España?  ¿Podríamos decir que lo que es el territorio español hoy es la conjunción de varios países?

·        Yo diría que es una sociedad plural de ciudadanas y de ciudadanos y un país territorialmente diverso y esa misma pluralidad interna que España tiene dentro de su sociedad, también se reproduce dentro de la sociedad vasca. Euskadi no es una única identidad; Galicia no es tampoco una única identidad; Cataluña no es solo una única identidad y España es verdad, tampoco es una única identidad. Yo creo que la reivindicación de la pluralidad de la sociedad española, de su diversidad, es un argumento posible y positivo que yo lo hago mío, pero que tiene que ir ligado a una reivindicación también de pluralidad interna, de las distintas partes que componen un Estado diverso. Es un país complejo, es un país avanzado para muchas cosas, para otras quizá no tanto, pero creo que esa complejidad hace de España un país muy rico y muy interesante.

·        Desde ese punto de vista, ¿podemos decir que la legislación aprobada en la Constitución de 1978, respecto de las autonomías, hoy se queda corta frente a realidades sociales de España?

·        Yo creo que sí, ante las realidades sociales de España, ante las realidades sociales económicas productivas del mundo, ante esto que denominamos la cuarta revolución tecnológica, la digitalización de las relaciones humanas, ante los propios avances que la sociedad española ha tenido gracias en parte importante al proceso democrático. Por eso creo y son ya muchas las voces que coinciden que España necesita una reforma de su Constitución para adaptarse a una realidad que hoy es muy distinta a la que tenía el país en el año 78 en términos de pluralidad, en términos de relaciones productivas, económicas, de relaciones globales, de relaciones culturales, de composición interna de la propia sociedad. España entra a una fase posautonómica y tiene que resolverlo con una reforma constitucional que adecúe la convivencia para los próximos 20, 30 o 40 años.

Una relación que se ha quedado siempre corta

·        ¿Cómo miras la relación de España frente a América Latina?  Te hago la pregunta por lo siguiente: España sigue mirando a América Latina como el continente para hacer negocios al estilo mercantilista que proclama Mario Vargas Llosa, o con la visión de Felipe González, manteniendo esa óptica colonizadora, hegemónica, privilegiando la presencia de las multinacionales de origen hispano en América Latina que es muy fuerte. Es una visión meramente comercial y financiera, no más. ¿Crees que allí se está circunscribiendo la relación de España frente a América Latina?

·        No creo que haya una única visión en España respecto de la relación con América Latina. Creo que hay una conversación incompleta e incorrecta seguramente y que se queda corta ¿no?, hay muchos puntos de vista sobre cuál debería ser la relación entre España y los distintos países y las distintas sociedades que construyen eso que denominamos el continente latinoamericano. En términos políticos se ha quedado corta, en términos culturales también y todo lo que muchos países latinoamericanos le podrían haber dado en términos de enriquecimiento a España, en mi opinión también se ha quedado corto. Me cuesta ver que haya solo una única voz, una única manera de interpretar desde España la relación con Latinoamérica. Creo que hay muchas voces y a mí me gustan más las que no supeditan toda la relación a un marco exclusivamente comercial o exclusivamente económico, sino que lo abren a una comprensión cultural y a un mirarse a los ojos y no darse la espalda que es la sensación que a veces he tenido de las relaciones gubernamentales en algunos momentos de nuestra historia democrática de España con algunos países del continente latinoamericano.

La Unión Europea no una integración económica bien hecha

·        Y ahora sí te meto en el tema de España frente a Europa. La Unión Europea es una “unión” entre comillas, meramente comercial y económica, lo cual se puede evidenciar en las afectaciones en países como España, Italia, Portugal, Grecia, derivadas de las imposiciones draconianas del sistema europeo que no da respuesta a las necesidades sociales de estas naciones. ¿Habría que reinventar o rediseñar la arquitectura europea en ese sentido?

·        Sí, ojalá fuera una integración económica. Yo creo que no lo es.  Solo es una zona de libre tránsito de personas, mercancías, servicios y capitales; es una pequeña integración económica. La Unión Europea tiene varios obstáculos y uno de ellos es que no es una integración económica bien hecha, por eso hemos tenido una crisis de este calibre en la zona monetaria. Una zona con una moneda compartida o integrada sin gobierno económico, sin haber integrado la respuesta para esa zona monetaria, por tanto, es una integración económica muy incorrecta, muy imperfecta y que se queda pequeña. Políticamente tiene mucho camino de integración por resolver. Bueno, son 60 años que para la historia de sangre y tan compleja que ha tenido Europa a lo largo de tantos siglos atrás es un periodo relativamente corto. La arquitectura se tiene que modificar, hay que establecer nuevas reglas para la gestión, para la regulación y para el gobierno de la globalización financiera, para las respuestas económicas, para mutualizar la solidaridad de los países más avanzados que forman parte de la Unión Europea con los países de la orilla norte del Mediterráneo, los países del sur de Europa que son los que han pagado una factura mayor de esta crisis, pero la clave de bóveda, en contra de lo que algunos creen, de la estabilidad, de la paz y del desarrollo de Europa en los últimos  60, 70 años con todas sus imperfecciones ha sido la cohesión social, la redistribución de la riqueza en términos algo más justos de lo que en etapas históricamente anteriores tuvo Europa. Y si eso se pierde, volverán a aparecer los fantasmas que en otro tiempo alumbraron lo peor del siglo XX de la historia de la humanidad que es lo que se vivió en Europa con las guerras mundiales.

·        Acabas de dar unos elementos fundamentales que me traen a colación la famosa frase de Pier Paolo Pasolini que la retoma hoy Boaventura de Sousa Santos sobre el fascismo social que no es más que el vaciamiento de toda política social que prácticamente en estos años la Unión Europea ha desmantelado la concepción de lo que fue el estado de bienestar. Entonces, la pregunta es, ¿si el esquema de la troika, integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, constituye una dictadura atroz, que hasta a un gobierno socialdemócrata de España le obligaron a reformar nada más y nada menos que el artículo 135 de la Constitución para que prevalezcan los intereses del capital especulativo financiero en detrimento de su sociedad?

·        No sé si fue tanto, yo creo que fue más bien asegurar que España en un momento con dificultades para la emisión de deuda soberana, garantizaba por Constitución que el dinero que se le prestaría lo devolvería, en un momento además en que se estaba calentando el precio del interés del crédito soberano a una temperatura ingestionable e inasumible. Creo que en los gobiernos de la Unión Europea harían bien en no perder de vista que la solidaridad preventiva con instrumentos y con arquitecturas suficientes para poder prevenir consecuencias como las que hemos visto de esta crisis sobre todo en Grecia, en Irlanda, en Portugal y en menor medida, pero también en España, es un paso de garantías mutuas, es un anillo de seguridad compartido; que es mejor prevenir que una troika, y que es mejor la cohesión social y la mutualización de deuda por ejemplo, que una troika. Que es mejor que asfixiar países como ha pasado por ejemplo con Grecia que ha sido asfixiado por medidas de ultra austeridad impuestas por la troika, un esquema de casi 550 millones de habitantes viviendo en condiciones de dignificación de la vida humana que hagan imposible el objetivo que precisamente buscó la Unión Europea de evitar la generación de condiciones que dieran lugar a una tercera guerra mundial. Para eso se inventó esto básicamente, para más cosas también, pero esencialmente para ello. Por tanto, ahí es donde yo creo que hay una de las claves de la necesidad de reformulación de la propia arquitectura comunitaria.

·        ¿La concepción neoliberal de la Unión Europea no llevó a la derechización de la socialdemocracia del viejo continente? Porque uno ve que al fin y al cabo los partidos socialistas terminaron haciendo el mandado y adoptando las recetas neoliberales para gobernar. ¿Compartes esa postura?

·        No, en general no. No puedo decir que en toda Europa pasó eso.  Creo que en algunos lugares el socialismo democrático ha estado más acertado y en otros se ha equivocado más. Seguramente donde más se ha equivocado electoralmente lo ha pagado, ha tenido desconexión con sus electorados, con sus bases sociales, con sus clases sociales, con los trabajadores y las trabajadoras. Yo creo que el socialismo democrático se inventó para que los trabajadores fueran los protagonistas de los principales cambios de sus sociedades, si son los productores principales de la riqueza de un país, tienen que ser los protagonistas principales de los cambios principales de ese país.

·        ¿Y en España se ha dado eso?

·        En España se ha dado eso durante 22 años y cuando el socialismo no lo ha hecho bien la sociedad le ha dado la espalda y ha puesto a gobiernos del Partido Popular (PP) que en mi opinión lo han hecho sustancialmente peor. Pero creo que cuando el Partido Socialista ha ido de la mano de los sindicatos, movimientos sociales, de los colectivos de la sociedad civil organizada, España es cuando más ha avanzado.

·        Pero eso ya es historia patria como diría Julio Anguita…

·        No, no tanto, no tanto, eso está relativamente cerca. Los últimos grandes avances en derechos civiles, en libertades de un país que tuvo muy pocas libertades durante 40 años, por no decir que no tuvo ninguna, se dieron hace 7, 8 años, estamos hablando de hace muy poco tiempo. En la última parte de gobierno de Zapatero se da una aceleración en libertades públicas, fin del terrorismo de ETA, un proceso de paz exitoso, avances en derechos sociales, consolidación del estado de bienestar; aún con los desajustes, los errores y las políticas que no se aplicaron bien de respuesta a la crisis. Creo que siempre el Partido Socialista cuando ha ido de la mano de los sindicatos y de los colectivos sociales y cívicos, España ha avanzado más; cuando ha soltado esa mano, es donde le ha ido peor al PSOE y le ha ido peor al país.

·        ¿Cómo se explica que el PSOE con esa historia de lucha y de reivindicación social que se remonta a la época de su fundador, Pablo Iglesias, el tipógrafo, hay que hacer la aclaración, haya permitido que una asociación para delinquir, como es el Partido Popular, siga gobernando?

·        Porque le votaron. Porque el Partido Popular ganó las elecciones.  En el mes de diciembre de 2015 con 123 diputados frente al PSOE que sacó 90. Se repitieron las elecciones porque nadie dejó gobernar a nadie. Y fuimos a elecciones en julio de 2016 y el PP sacó 137 diputados y el PSOE 85. Y si llegamos a ver las terceras elecciones, es decir hacer el ridículo de hacer tres veces elecciones porque nadie deja gobernar a nadie, el PP hubiera sacado 150 y el PSOE 70. Bueno, pues paren la puta rueda en algún momento y decidan de una vez quién coño gobierna aquí. Pero el problema no es ese tanto como el que le votan. La pregunta que se tiene que hacer el PSOE no es esa, es ¿qué le pasa al PSOE para que en las últimas elecciones el Partido Popular con políticas económicas equivocadas, políticas de ajuste, de devaluación salarial, de devaluación social, con huelgas generales durante su legislatura y con graves problemas de corrupción ganara las elecciones? Creo que esa es la principal pregunta. ¿Y por qué hicimos eso?, porque pensamos que ir a terceras elecciones era un ridículo espantoso de país. Y encima Mariano Rajoy iba sacar más votos y el PSOE menos. Bueno, fue una decisión compleja, pero probablemente la política es dilemática, uno a veces elige lo malo o lo peor y en aquel momento elegimos lo malo.

·        ¿Y no había posibilidades en ese momento de una alianza con sectores progresistas, con Podemos, por ejemplo?

·        No daban los números. Podemos tenía 71 diputados, Pablo Iglesias sacó un excelente resultado para un partido con dos años y medio, tres años de vida. No hay precedente en la historia de España, en tan poco tiempo tantos diputados, no lo hay.  En la democracia me refiero, en los últimos 40 años. Hay que llegar a 176, no llegábamos, no había manera de formar gobierno.  Si hubiese habido forma de formar gobierno se habría sacado adelante, pero no, no daban los números.

·        ¿Para la gobernabilidad en este momento de España hay un acuerdo tácito entre el PSOE y el PP?

·        No que va, no lo hay, no hay ningún acuerdo entre PSOE y PP ahora mismo. Bueno si lo hay para aplicaciones del artículo 155 de la Constitución que Pedro Sánchez (líder del PSOE) firmó con Rajoy para Cataluña.

·        ¿En qué consiste?

·        Es un artículo de recuperación de una autonomía, de asegurar el funcionamiento del estatuto de autonomía desde el gobierno central. Dicen que es un artículo para la intervención catalana, de una autonomía en caso de rebeldía y tal. Está copiado de la ley fundamental de Bonn de la Constitución alemana y es el único acuerdo que ha habido. Pero aunque ya no estoy en política, como lo sabes, no hay acuerdo entre el PSOE y el PP, excepto en lo catalán, nada más. Y tampoco sé si eso es bueno, ¿eh? No lo sé.  Sé que en mi país, y lo hemos hablado estos días, el pacto político ha perdido prestigio y sin pacto político, no me refiero solo al PSOE y PP, sino también a las otras fuerzas, los desafíos que España tiene, es difícil que los saque adelante. 

·        Es decir, ¿volver a retomar el consenso de los Acuerdos de la Moncloa a partir de la transición es bien difícil hoy en día?

·        Yo creo que sí, es muy difícil. Los líderes políticos, la mayoría de ellos, están todo el día narrando lo que en su opinión es irrenunciable. Y el acuerdo político nace de la renuncia mutua para un bien mayor que es el interés general de un país entero, da igual Colombia, da igual en España. Yo no veo hoy a los actores políticos con capacidad de renuncia, la verdad no, no creo que estén en el escenario político español y tengo la sensación que no está en la agenda.


·        Si bien hay que entender que España cuenta con una tradición monárquica lo cual costó la guerra civil de 1936, ¿tiene sentido mantener una decadente dinastía presidiendo una monarquía constitucional?, más si se tiene en cuenta que, como repite Juan Carlos Monedero, la famosa frase atribuida a Talleyrand, según la cual todas las monarquías roban pero los Borbones exageran …

·        Bueno, yo soy republicano, por lo tanto, mi modelo de Estado es siempre una república y ahí no tengo duda ni creo que, en términos académicos, ni ideológicos incluso, la vaya a tener alguna vez. Creo que el Partido Comunista y el Partido Socialista del año 78 supieron renunciar a lo que para ellos era irrenunciable que era un modelo republicano de concepción del Estado, en aras de la convivencia, porque hay un sector muy amplio de la sociedad española que no es republicana y que se siente más cómoda con una jefatura de Estado que no tenga color político. Para mí que soy republicano no es una prioridad el modelo de jefatura del Estado. Si el rey mantiene una posición no intervencionista en la política, y como decía Pablo Iglesias, el tipógrafo, sí el movimiento obrero cabe dentro de una monarquía o de una república, entonces una república y una monarquía caben también dentro del movimiento obrero. Somos un partido en el modelo de jefatura del Estado utilitarista, en el sentido de que no es para nosotros una prioridad. Nuestra prioridad son las condiciones de vida de la clase trabajadora, los derechos sociales, los derechos civiles, las libertades, la libre concurrencia política.

El fenómeno Podemos

·        Abordemos un poco la parte partidista de España para conocer tu opinión respecto del fenómeno Podemos. ¿Es un hito en la historia política de tu país? ¿Esta formación liderada por el profesor Pablo Iglesias viene a ocupar, o a captar mejor, algunos nichos del PSOE que en antaño era la fuerza más progresista de España?

·        Yo creo que en las últimas elecciones tuvo mucho voto del PSOE, sí. Hay unos números que salen realmente fácil. En el año 2011 que está relativamente cerca, el presidente Zapatero saca 11 millones de votos y 169 diputados. La mayoría absoluta está en 176, saca 169 y 11 millones de votos. En el año 2016, o sea 5 años después, la izquierda se divide exactamente en dos, 5 millones 40 mil votos Podemos, 5 millones 420 mil votos el PSOE.  Si sumas los dos te sale la cifra de Zapatero en el año 2011. Y si sumas 85 diputados más 71 diputados, te sale casi los 169 que se hubieran logrado si llegan unidos. Es decir, es una izquierda dividida en dos exactamente. Por tanto, Podemos ha tenido voto del PSOE en torno de 1 millón y medio o 2 millones de personas que le votaron a éste en el año 2008. Incluso volvieron a votar en el año 2011 y que en las últimas elecciones votaron a Podemos. Tuvo además apoyo nuevo de gente que cumplía 18 años y votó por primera vez mayoritariamente a partidos como Podemos en el ámbito de la izquierda, y tuvo con la unidad de acción, el voto también de izquierda Unida. Por tanto, ha tenido voto del Partido Socialista claramente, sobre todo en ciudades y de gente joven.

·        Ese análisis permite decir que hoy en día en España el bipartidismo que se conformó y consolidó con la transición se acabó. ¿Hoy hay una reconfiguración del espectro político español?

·        Nunca fue un bipartidismo puro porque de la mayoría de las legislaturas, me parece que de 9, solo hubo 4 mayorías absolutas y 5 fueron de pacto, bien con la izquierda unida, bien con la izquierda republicana de Cataluña, bien con el PNV, o sea siempre hubo otros actores jugando, pero bueno fueron fuerzas muy mayoritarias. Hoy, es un país multipartidista con cuatro grandes actores; Podemos, PSOE, en el ámbito de sus matices de izquierda; Ciudadanos y PP en el ámbito de la derecha también con sus matices, más los actores nacionalistas y partidos minoritarios de distintas regiones, Canarias, Asturias, Navarra, etcétera. Uno de los problemas principales que tiene el país es que no sabe funcionar a cuatro porque siempre funcionó básicamente a dos más pactos puntuales y por eso tenemos cierta parálisis regulatoria y con ella parálisis legislativa, porque a los partidos les cuesta pactar, parece que el pacto es una traición para algunos y yo creo que el pacto suele ser positivo cuando está bien orientado, cuando está mal orientado pues no. Hoy tiene una mala lectura. Funciona el país a 4, de manera multipartidista, lo cual hace que esté más lento en el proceso de toma de decisiones.

·        Si bien el pacto de la transición funcionó, ¿tú no consideras que España como dice Monedero, se acostó franquista y amaneció democrática a partir de la muerte del Generalísimo?

·        Me gustaría pensar que sí, pero no, porque si se despierta democrática es que todo lo que quedó de esos 40 años en nuestra realidad creo que Juan Carlos es más optimista que yo en ese sentido. No, creo que quedan visos de nuestra historia y las sociedades acumulan el peso de su historia, y la nuestra en el siglo XX tras la derrota republicana en la guerra civil es una historia dramática, una dictadura dirigida por un asesino, que tuvo una de las tres posguerras, de lo que hoy son los Estados o las democracias europeas y 40 años de dictadura que murió en la cama, por tanto, todo aquello, algo quedó, no amaneció democrático.  Yo creo que la democracia es una lucha constante, es un proceso siempre imperfecto. La sociedad española sigue trabajando para optimizarla, para hacerla mejor, sigue teniendo problemas con algunos ámbitos; las libertades de expresión, cosas que estamos viendo ciertos retrocesos en estos últimos dos, tres años.  Ojalá nos hubiésemos despertado completamente democráticos un día. 

·        Es evidente que España no ha podido superar el relato del franquismo. El hecho de que una sociedad gobernada por un partido de la tesitura del PP nos indica ello. ¿Qué opinas?

·        Yo creo que hay elementos que quedan, no sé si tanto en el PP como en muchas cosas.  A mí por ejemplo me gustaría que el país fuera plenamente aconfesional, que se renegociara y se rompiera el concordato con la Santa Sede; que las libertades constitucionales no pudieran se tocadas como las han tocado por ejemplo con la Ley de Seguridad Ciudadana; que elementos que considerábamos consolidados no se vieran sometidos a retrocesos.  Yo creo que nos queda mucho por hacer. Bueno, pero afortunadamente la democracia es un proceso y es cuestión de que la sociedad tenga voluntad de seguir procesando. Creo que España es un país mucho mejor hoy, con todo lo que tiene de bueno y de malo que el país que era en el año 79.

Una transición sin ruptura 



·        Sin embargo el protagonismo de las élites en España no ha cambiado. El hecho que el escogido por Franco reinó por varios años y ahora está su hijo reemplazándolo evidencia que hay una continuidad de ello. ¿No hubo ninguna ruptura, cierto?

·        No, fue una transición sin ruptura. Una transición que no fue una revolución, fue una reforma de la ley a la ley, de las viejas leyes del franquismo declaradas muertas a las nuevas leyes de la democracia en un proceso no exento de muchas dificultades. Con 80 asesinatos al año por parte de ETA, con muchos elementos muy complejos y en un momento global de guerra fría que no era también ninguna broma, que era también muy complicado de jugar. Bueno, pero afortunadamente gobierna la sociedad poniendo y quitando gobiernos. Y cuando un partido gobernando se confía, y alguna vez al PSOE esto le pasó, la gente le quita y pone a otro. Y cuando un partido se confía mucho llega otro actor y casi te gana en las últimas elecciones.  Gobierna la gente, la sociedad.

·        ¿La ‘neoliberalización’ del Partido Socialista Obrero Español le ha pasado cuenta de cobro electoral la sociedad? ¿Acogiéndome a tu análisis, es preciso afirmar que por eso aparecen otros actores políticos como Podemos?

·        No creo que tanto la ‘neoliberalización’ como errores políticos en mi opinión concentrados en los últimos dos, tres años de manera especial, porque aún con los problemas de las decisiones políticas que menos gustó al electorado del PSOE en la crisis económica, Alfredo Pérez Rubalcaba sacó 7 millones y pico de votos en las elecciones de 2011, por tanto, ¿qué ha pasado para haber caído de 7 a 5 cuando no hemos gobernado? Yo creo que las preguntas están en este último ciclo porque Pablo Iglesias y Podemos aparecen en el año 2014 y pasan de un millón de votos y 5 diputados en el Parlamento Europeo a 71 diputados y 5 millones de votos en un año, de mayo de 2014 a diciembre de 2015, en un año y medio y a junio de 2016.  Algo ha pasado en esa etapa.  Lo habrán hecho muy bien, seguro, pero alguien lo ha hecho muy mal; por tanto, creo que lo que hay son errores políticos que los partidos a veces cometen y luego harían bien en corregir de cara al futuro.

Gobiernos progresistas cambiaron la historia de Latinoamérica

·        Después de éste excelente análisis del panorama de lo que es la realidad política española, terminemos esta entrevista con América Latina. La gente de Podemos dice que los procesos progresistas latinoamericanos constituyen para ellos una fuerte inspiración. Lo que ocurrió con el Brasil de Lula, con la Bolivia de Evo, con la Venezuela de Hugo Chávez, con el Ecuador de Rafael Correa, con la Argentina de los Kirchner, con el Uruguay de Pepe Mujica, han sido avances muy significativos que ellos han retomado y que de alguna u otra manera les han servido para su accionar político.  ¿Tú cómo ves en ese sentido los procesos que se han dado en América Latina?

·        Han sido procesos que hemos seguido todos con muchísimo interés y con muchísima atención porque han cambiado la historia de este continente. A algunos les agradarán más y a otros les gustarán menos, pero lo han hecho. Tienen sus relaciones causales y sus relaciones consecuenciales y luego es una cuestión de matices ideológicos y de países. A mí por ejemplo me gusta mucho el presidente Mujica, me gusta mucho Bachelet y si me preguntas en Colombia pues me gusta mucho, Clara López.  Entiendo que haya otros que les guste más Correa o que les guste más Hugo Chávez. Yo nunca he juzgado ni he considerado que el demonio se vista por ningún lado. Creo que son procesos políticos que obedecen a algo y que lo inteligente es pensar por qué está pasando esto, a qué obedece que esto suceda en cada país porque sabes perfectamente mucho mejor que yo, que son procesos muy diferentes y muy diferenciados por zonas, por regiones y por soberanías.